Cada vez somos más conscientes de que no podemos seguir contaminando como lo estábamos haciendo hasta ahora. En plena semana en la que se están produciendo la Huelga Mundial por el Clima, hoy os queremos hablar sobre cómo ha evolucionado la apuesta de Correos por la sostenibilidad.
La apuesta de Correos por la sostenibilidad
Correos lleva ya muchos años incorporando coches eléctricos a su flota, concretamente, desde 1996, con su primer coche de estas características, llamado Zeus.
La incorporación temprana en la adopción de medidas medioambientales en la apuesta de Correos por la sostenibilidad, ha hecho que, en estos momentos, cuente con una flota de vehículos que funcionan con combustibles alternativos de más de 500 vehículos.
La mayor parte de esta flota está compuesta por vehículos 100% eléctricos y bicicletas eléctricas.
Aún así, se están realizando pruebas con otro tipo de combustibles con escaso impacto contaminante, como el gas natural comprimido o el gas licuado del petróleo.
La última milla
Así es cómo se denomina al último tramo que recorre un paquete, es decir, es el proceso final, desde el punto de donde sale el paquete para su distribución hasta llegar al destinatario.
En la mayoría de las ocasiones, este recorrido es de pocos kilómetros y se realiza en el entorno urbano, por lo que es aquí donde más se pretende reducir el impacto ambiental.
No hay que olvidar que, además de la flota, Correos cuenta con su mayor baza en este sentido: más de 10.000 carteros que reparten diariamente la pequeña paquetería y el correo a pie.
El futuro ya está aquí
Scoobic
El futuro vehículo de reparto que se está probando para resolver el problema de la última milla se llama Scoobic.
Es un vehículo español, y es una evolución completamente sostenible del famoso motocarro de tres ruedas.
Con una autonomía de 300 km, este vehículo puede transportar 1000 litros y 750 kg.
Estos vehículos cuentan con un motor eléctrico y pueden acceder con facilidad a las zonas peatonales urbanas.
Además, dispone de un filtro purificador del aire, aspirando las partículas en suspensión, filtrándolas y emitiendo aire limpio.
Incluso llevan incorporados desfibriladores. Así, a través de una aplicación, los conductores pueden recibir un aviso para atender a un peatón que haya sufrido una crisis cardiaca.
Con este vehículo se pretende que haya cero emisiones y humos y no provoca atascos, ya que se puede transformar en carretilla para transitar por calles estrechas y peatonales.
El tiempo de recarga de las baterías que, además, son intercambiables, es mínimo, por lo que se reduce más el impacto ambiental.
Drones
Pero Correos no se queda solo en zonas urbanas. Lleva ya varios años investigando cómo poder ser más efectivos en zonas rurales y de difícil acceso.
Por este motivo lleva ya tiempo siendo un puntal en la investigación con drones para uso civil.
La utilidad se hace patente en la entrega de pequeña paquetería de modo seguro, rápido y eficiente.
Y lo hace con una tecnología híbrida de avión/multirrotor, con el que ya se llevan meses realizando pruebas reales. Esta tecnología la están desarrollando con FUVEX, una startup española.
Lo novedoso es que permite despegar y aterrizar en vertical, por lo que no es necesaria una plataforma adicional, ya que lo pueden hacer en cualquier lugar plano.
Por otro lado, pueden cubrir distancias cinco veces mayores a los drones convencionales, gracias a su gran autonomía, pudiendo llegar a volar a 100 km/h.
Otra de las grandes ventajas de estos drones es son grandes aliados en situaciones de emergencia.
Por un lado pueden lanzar material o aterrizar con él y, por otro, muy importante, es que pueden transportar con total seguridad medicamentos, desfibriladores, baterías, etc.
De este modo, Correos no para de innovar en su apuesta por la sostenibilidad. Estos días más que nunca, el futuro del planeta está en manos de todos.